El obispo Raúl Vera López y la iglesia
de los pederastas y homosexuales
Todo comenzó con una nota periodística que hablaba de los pederastas, para que el protagónico Obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, saliera a hacer una declaración de las que tanto le gustan. Y dijo que sólo había dos pederastas en Saltillo, pero no dio sus nombres.
Luego los reporteros de los diarios saltillenses siguieron ahondando en ese tema y lograron recabar más opiniones, entre ellas: las de Aida Guadalupe García Badillo de la organización EUX Arte y Sida, del sacerdote Pantoja, de los líderes de las organizaciones San Elredo y Jóvenes Prevenidos, pero ninguno de ellos coincidió con el obispo Vera López que señaló sólo a dos curas pederastas.
Según los entrevistados, que conocen la información sobre los pederastas que hay en Saltillo, el número de estos pervertidos son más de los dos que dice el obispo, según ellos hay 8, pero no dieron sus nombre.
Para acallar el escándalo que estaba tomando forma, Vera López afirmó que el Vaticano ya conocía de estos casos, y con eso quiso terminar con la discusión, justificándose de no proporcionarle los nombres a la justicia civil. Después el protagónico cura ya no quiso hablar sobre el tema, a pesar de que Vera López opina de cuanto se le ocurre sobre el gobierno, incluso sobre temas en donde su iglesia no tiene autoridad moral para criticar: democracia, derechos humanos, de los niños, las mujeres y los pobres.
Vera López calló, creía que con su silencio no le daría más cuerda a los “ataques contra la iglesia”. Pero no contó con que en esos días la prensa mundial publicaría una declaración de la Presidenta del Comité de los Derechos de los niños de la ONU, Kirsten Sandberg, en donde mencionaba que la iglesia católica había fallado en proteger a los niños, porque se ha dedicado a proteger a los pederastas, privilegiando evitar el desprestigio de la iglesia por encima del abuso, sufrimiento y humillación de las víctimas infantiles de estos depravados sacerdotes.
A partir de la declaración de la funcionaria de la ONU, el tema ya no sólo es local, sino internacional. Por eso, la nomenklatura del Vaticano ha denunciado que hay una conspiración en contra de la iglesia por los enemigos de ésta. Pero tal conspiración no existe, lo real es que los sacerdotes de la iglesia católica se han dedicado -a través de los siglos- a violar y abusar sexualmente de los niños, pero también de las niñas y de las mujeres.
Para muchos que conocen la criminal historia de la iglesia católica, aseguran que desde hace mucho tiempo es reconocida como la iglesia de los pederastas (antiguamente se le conocía como la Gran Puta), pero también de los homosexuales y lesbianas, a quienes las autoridades eclesiásticas dicen no queren, porque según ellos, los gays son anti naturales, y con su doble moral tratan de confundir a los feligreses. Por eso, a Vera López le interesó atraer a su Diócesis a los niños y adolescentes homosexuales, muchos de los cuales se dedican a la prostitución.
Vera López se ha convertido en un militante pro gay, a tal grado que otra de sus irresponsables declaraciones fue decir que los homosexuales se forman en el vientre materno, una mentira tan grande como aquella de que el sol , los astros y las estrellas giraban en torno a la tierra...
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